La Metafora del Cuentacuentos

Era la tarde de su aurora favorita.

Las aves sobrevolaban el pedestal y miraban con agudeza, podia deslumbrar el cielo a travez de filtros turquesa.

Todos en el salon era silencio, los invitados sacudian sus trajes y miraban sus relojes,

El cuenta cuentos aguardaba en su silla y el rey contemplaba la simetria de las emociones mientras deslizaba sus dedos sobre su libro.

La charla empezó en el salón, yo era un huesped vistiendo mi elegante traje hipnotizado por las amapolas, recuerdo el viento rojo flotando en armonia estimulado por el sonido de clavicordios.

Procedieron, ensayaron y la charla progreso. El libro estaba siendo leido.

No puedo recordar claramente de que se trataba, mi concentracion se diluyo al tratar de absorber tanta belleza, en cada rincon, en cada detalle...

Su forma tan absoluta, la cual a através de la noche se deslizaba y se alejaba.

Un invitado se puso de pie y desenfundo un libro antiguo de tapa negra, cientos de sueños habian sido documentados y sus historia me fueron adormeciendo. Desperté en la arena con los niños recién liberados de la recamara, buscaban el regreso a casa.

Y la silueta de unos ojos pequeños me mostraba el camino.

Me trataron de explicar argumentos inconsistentes sobre la particularidad de ser un imaginador.

Lo que no sabía lo quería y lo espere sentado en la arena sintiendo una suave brisa.

Pense en la dolor de los hombres que no conseguieron amar

Y de pronto era hora de partir

Todos los recien nacidos se alineaban detrás de mí

Yo lo unico que quería era sentir esos ojos que endulzaban la palma de mi frente

Y escuchar sus suaves palabras pronunciar uno de mis cuentos favoritos.

Me pregunté si algun dia tomara mi mano y sentire su calro con la brisa de mar.

Me di cuenta que esta conclusion no tenia relevancia

Ahora duermo no para descansar, sino para seguir soñando el instante...